"Muchas veces me pregunté ¿estoy lista para cambiar? Me costó aceptar que tengo una mala relación con el alcohol y ante varios intentos fallidos de dejarlo por mi cuenta pensaba que nunca podría dejar mis hábitos que tanto daño me hacían y tanta culpa y arrepentimiento causaban. Mi patrón de comportamiento era el siguiente: bebía a raya y me despertaba odiándome a mí misma, aterrorizada por lo que pudiera haber dicho o hecho la noche anterior.Desde mis 21 años fui una bebedora compulsiva y problemática. Pero, por extraño que parezca, mis amigos me etiquetaron como "la que nunca pierde la cabeza en una fiesta", con el paso del tiempo, menos acertado me parecía ese título. Decidí ser parte del programa de Ruta 0.0% Me sentí acompañada, escuchada y súper apoyada desde el día uno.

Xavier fue mi mentor y mi amigo. Logré entender muchas cosas que me llevaban a mi consumo y logré tomar conciencia sobre mis decisiones. Es una lucha constante y no es fácil. Pero definitivamente es muy valioso intentarlo. Siento que he renacido y estoy volviendo a conocerme cada día desde que decidí vivir en sobriedad. Todo es un proceso y entender que puedo sentir mi vulnerabilidad sin juzgamientos ni prejuicios me da mucha fuerza para continuar día a día en sobriedad. Me siento feliz y agradecida de poder vivir esta experiencia y hacer un acto de amor conmigo misma”.

- Ivanna

“Tuve una relación con el alcohol muy fuerte desde los 13 años, siempre fue mi compañero, mi salvavidas, mi anestesia, mi abrazo en momentos de angustia.

Bajo los efectos del alcohol tuve momentos de alegría, pero la mayoría de las veces de mucho dolor porque no era muy buena expresando mis sentimientos. Cuando hablaba salía toda mi contención y muchas veces de manera grosera, de ahí pasaba al remordimiento, la culpa, pero a la semana siguiente lo olvidaba y repetía y así por muchos años.
Este año y después de pasarla muy mal cada domingo tomé la decisión de buscar ayuda, pero no sabía dónde. En medio de mi desesperación le pedí al universo, a Dios, a la vida una señal, comencé a abrazar mi sombra, a no odiarme y a buscar ayuda. Gracias a las redes sociales encontré a Xavi, lo contacté y me explicó de su proyecto, a partir de ese momento sentí que el universo había conspirado a mi favor, comencé el programa de Ruta 0,0 y mi vida ha cambiado considerablemente, Xavi me acompañó día tras día, hablamos de mis sentimientos, de mi relación con el alcohol y de una manera muy compasiva y tranquila me llevó por el camino de la sobriedad, un proceso de descubrimiento y de reconciliación conmigo misma muy profundo.
Abrazo a Mariana la borracha, no la juzgo, esa fue mi manera de supervivencia por mucho tiempo, pero ahora deseo con todas mis fuerzas estar en modo vivencia, disfrutar cada día, cada mañana, sin culpas ni resacas.
Gracias Xavi de mi corazón, agradezco por tu vida siempre”.

- Mariana